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Publicó numerosos libros Historia gastronómica de la ciudad de México; recopilaciones poéticas, Antología poética.
Bernardo Ortiz de Montellano (1899-1949) fue poeta, crítico y uno de los fundadores y directores de los Contemporáneos
(fue el más interesado en la literatura prehispánica). Publicó La poesía indígena de México. Produjo obras teatrales.
Jorge Cuesta (1903-1942) colaboró en varias revistas y se recuerda su dolencia mental que lo condujo al suicidio. Su poesía
era oscura y abstracta. Publicó Antología de la poesía mexicana moderna.
Elías Nandino (1903-1993) fue poeta y periodista y medico de Cuesta. Dirigió varias revistas (Estraciones). Su obra poética
fue influida por Villaurrutia. Escribió también letras para composiciones de música popular.
Capitulo 17
Brotes y rebrotes de la vanguardia. Avances de la poesía pura. El <<Negrismo>>; Nicolás Guillén, Palés Matos y
otros. Mariátegui y el indigenismo clásico.
17.1.La diseminación vanguardista y sus transformaciones
La vanguardia se extiende por nuestro continente adoptando tantos, fusiones, vueltas y repliegues que no siempre es fácil
distinguir donde acaba y donde comienzan otras estéticas. Su paso por el continente cambia las tendencias originales
recibidas del viejo continente y las ensambla con elementos que le son ajenos pero que las enriquecen y las lleva por nuevas
direcciones.
17.2. La vanguardia chilena tras Huidobro: dentro y fuera del grupo <<Mandrágora>>
Entre los compañeros inmediatos de Huidobro ninguno brilló a su altura. Pero su ejemplo fue continuado y renovado por
hombres más jóvenes que él y que, en conjunto, representan actitudes creadoras interesantes.
Juan Emar (seud. De Álvaro Yáñez Bianchi, 1893-1964) es uno de los más extraños novelistas chilenos. Su obra, breve y
algo secreta, se compone de 4 relatos publicados: Militin; Un año; Ayer; Un día. Dejó una extensa obra inédita. Sus intereses
estéticos eran múltiples: arte, cine, música, arquitectura, y los difundió a través de su labor periodística. Apareció Umbral.
Emar es un novelista de gran fantasía, que hace hablar a los animales, mezcla tiempos históricos y viola todas las reglas de
la novela tradicional.
Pablo de Rokha (seud. de Carlos Diaz Loyola, 1894-1978) tenía una obsesiva rivalidad con Neruda. Escribió muchísimo
y, frecuentemente, con un tono desorbitado o bravucón: se veía a sí mismo como un titan. Quiso ser un vate, un profeta
bíblico, con versículo y anuncios flamígeros. De joven, absorbió el lenguaje del futurismo y el creacionismo. Publicó 6
libros de poesía y otro titulado Suramérica. Trató también de incorporar, con fortuna diversa, el espíritu popular y
<<antipoético>> a su obra, son testimonio Epopeya de las comidas y bebidas de Chile; Imprecación a la bestia fascista;
Canto al ejército Rojo y una antología Mis grandes poemas. Su esposa Winnét de Rokha (seud. De Luisa Anabalón
Sanderson, 1894-1951) también fue poeta de lenguaje vanguardista.
Rosamel del Valle (1901-1965) cultivó lenguaje poético de reconocible raíz surrealista que aplicaba a veces a motivos y
símbolos bíblicos o mitológicos. Una obra bastante amplia que va evolucionando desde la exasperación hacia una visión
más sosegada y tierna. Después fue uno de los fundadores del grupo <<Mandrágora>> y colaboró en Proa de Buenos Aires
y se mantuvo al margen sin alinearse en ninguna escuela o estética. Su obra mayor es Orfeo; otra es El joven olvido. Del
Valle hizo una temprana amistad con Humberto Diaz-Casanueva y escribió el ensayo La violencia creadora. Fue
funcionario de la Naciones Unidas en Nueva York.
Omar Cáceres (1906-1943) publicó su único libro, Defensa del ídolo. Los 15 textos de Defensa... son hondas meditaciones
poéticas en una zona densa de la experiencia humana. Su búsqueda tiene semejanzas con la de ciertos Contemporáneos
mexicanos, como Gorostiza o Villaurrutia, y con la de Westphalen.
La poesía de Eduardo Anguita (1914-1992) pasa por fases muy variadas, con una tendencia por las connotaciones
filosóficas orientalistas (el Upanishad, el Kama Sutra) y religiosas (como en sus obras Liturgia; Palabras en torno a Cristo).
Uno de sus símbolos favoritos es el fuego, que tiene en él claras resonancias cristianas. Hizo una antología titulada Antología
de poesía chilena nueva y su obra fue recopilada en Poesía entera. Anguita tuvo algunos contactos con el grupo de poetas
chilenos de su generación que fundaron y dirigieron una importante revista de vanguardia: Mandrágora (siete números,
1938-1941). Ellos fueron Braulio Arenas, Teófilo Cid, Enrique Gómez-Correa. Colaboraron en ella muchos notables
poetas y artistas, de Huidobro a Gonzalo Rojas. La revista puede ser vista como un rebrote surrealista y representó, en
verdad, un desafío a la posición que entonces había tomado el surrealismo y adoptó un actitud ultrarradical, atacando a
Neruda y a otros poetas chilenos (ej. el último número, escrito por Gómez-Correa, titulado Testimonio de un poeta negro).
Arenas, Cáceres y Gómez-Correa organizaron una importante exposición surrealista en 1941; en la de Santiago estaban
Breton, Brauner, Duchamp etc. Estas manifestaciones comprueban el fuerte arraigo que el surrealismo tuvo en Chile.
Del grupo Mandrágora, Braulio Arenas es el más conocido y el de obra más extensa y más diversa, pues abarca poesía,
novela, cuento, crónica y textos programáticos. Lo mejor está en su poesía surrealista, aunque con toques del romanticismo
alemán y a veces gotas de ironía. Publicó dos libros: Discurso del gran poder y Una mansión absolutamente espejo
deambula por una mansión absolutamente imagen. En su narrativa hay la novela La endemoniada de Santiago. Cumplió
un papel importante como animador de la vanguardia chilena e importante fueron sus Actas surrealistas. Dirigió la revista
Leitmotiv y luego fundó la efímera Altazor.
Gómez-Correa cultivaba un depurado lenguaje surrealista. Publicó varios libros de poesía como: Reencuentro y pérdida
de la Mandrágora. Fue uno de los más radicales. Se interesó en asuntos de patología mental y escribió un libro titulado
Sociología de la locura y tradujo a Apollinaire y escribió una serie de poemas El espectro de René Magritte. Con sus
compañeros Arenas y Jorge Cáceres, publicó la antología El A G C de la Mandrágora. Sus textos poéticos fueron reunidos
en Poesía explosiva.
Jorge Cáceres fue un poeta y pintor surrealista vinculado al grupo Mandrágora y colaborador de Leitmotiv. Publicó unos
4 libros y sus Textos inéditos.
Dos poetas chilenos actuaron por la misma época: Humberto Diaz-Casanueva y Gonzalo Rojas.
17.3.La vanguardia en el Perú: Martín Adán, Oquendo de Amat, Abril, Moro, Westphalen
Alberto Hidalgo fue el más ruidoso vanguardista peruano de la época; los ecos de su acción y su obra llegaron atenuados
a su país , donde la vanguardia sigue otro rumbos, asociados con la presencia de la revista Amauta, fundada por Mariátegui.
Martín Adán (seud. De Rafael de la Fuente Benavides) evoluciona en una dirección única, hermética y difícil de clasificar.
Pertenecía una familia aristocrática, conservadora y católica, que dispuso para él una educación en la Deutsche Schule de
Lima. Su primer libro es novela-poema de vanguardia titulada La casa de cartón, que aparece con prólogo de Luis Alberto
Sánchez y colofón (conclusione) de José Carlos Mariátegui. Asombra la rara maestría que demuestra el joven escritor para
retratar, a la vez, el paisaje urbano, la conducta de sus gentes y su propia alma escéptica pero enamorada. La prosa es
límpida; el ritmo ágil; las imágenes precisas y fulgurantes. Tras abandonar la prosa, la perturbadora visión de Martin Adán
eligió como único vehículo el lenguaje de la poesía y adoptó las formas más diversas. En su obra juvenil en verso, dispersa
en revistas y recopilada en las variadas ediciones de su poesía completa, se aprecia la impronta de la lírica clásica española
y sus viejos motivos. Pero el libro paradigmático de lo que podría considerarse su primer ciclo creador es Travesía de
extremares, que contiene cincuenta y un sonetos correspondientes a las dos décadas anteriores. En la segunda etapa de su
creación, hay La mano desasida y La piedra absoluta. También hay una edición de su Obra poética. Los textos fueron
establecidos a partir de originales escritos a mano en libretas o servilletas de papel, sin que muchas veces se pudiese saber
cuál era su orden. Los 120 sonetos de Diario de poeta fueron recopilados póstumamente y cierran esta obra.
Carlos Oquendo de Amat es otra figura mítica de la poesía peruana de este siglo: murió joven en la exaltación
revolucionaria de la Guerra Civil Española. Nació en la remota región andina de Puno, escribió el puñado de poemas que
publicó en revistas y los dieciocho textos que recogió bajo el título 5 metros de poemas. El libro no tiene páginas: es en
realidad un plegable, un acordeón que alcanza los cinco metros que anuncia el título. Las notas ultraístas y creacionistas
dominan, pero su lenguaje también ofrece tenues espejos del onirismo surrealista y vagas sugerencias de cinetismo visual.
Gracias a sus viajes por España y Francia, Xavier Abril aspiró el aliento cosmopolita de la vanguardia europea,
especialmente el del surrealismo, pues tuvo vínculos con ese grupo en Paris y con creadores afines, como Jean Cocteau.
En España también tuvo estrechos contactos con los hombres de la generación del 27, como García Lorca y Alberti. Hizo
prosas poéticas que tituló Hollywood (Relatos contemporáneos) y una antología personal Difícil trabajo con prólogo de
Westphalen. Otras obras son Descubrimiento del alba y La rosa escrita. Abril era un poeta comprometido con las causas
ideológicas de su