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Las relaciones interpersonales, la cortesía y la modalización
Los hablantes, al construir sus enunciados, eligen formas lingüísticas que se acomoden al máximo al mantenimiento de la relación establecida y a sus fines y bueno o, por el contrario, optan por la ruptura de la relación, escogiendo usos lingüísticos y no lingüísticos que lo indiquen.
El contrato comunicativo y los ejes de la relación interpersonal
La comunicación supone un acuerdo básico entre los sujetos que se ponen en principio de cooperación disposición de interactuar. De ahí que se hable del conversacional negociación de Grice, de la como condición del proceso de conversión y del. Fraser sostiene que la cortesía verbal reside precisamente en el contrato conversacional, constituido por los derechos y obligaciones mutuas de las personas que traban una
conversación. Hay dos espacios para la puesta en escena de la actuación lingüística: uno externo, donde el sentido se construye a través del hacer, otro interno, donde el sentido se construye a través del decir. Este contrato consiste en las condiciones globales de realización de una serie de intercambios verbales que se traduce en planes de habla como acuerdos convencionales.
Hay, por un lado, un eje horizontal a partir del que se puede medir la distancia y la proximidad entre las personas que interaccionan. Habitualmente se expresa tanto con marcas no verbales (distancia física, gestos, miradas) como marcas verbales de tratamiento que indican mayor o menor distancia. En principio las relaciones horizontales se dan entre iguales.
Hay por otro lado un eje vertical por el que se puede determinar la relación jerárquica de dominante a dominado, de superior a inferior. Esta relación surge de las diferencias de edad, de clase
social.Los marcadores de la posición que ocupan los hablantes, llamados taxemas, pueden ser de tipo no verbal (tono de la voz, gestos y movimientos, mirada, espacio ocupado, apariencia física y vestimenta), o bien de tipo verbal (elección de formas de tratamiento, ocupación del espacio interlocutivo, uso libre de actos virtualmente prepotentes respecto al interlocutor como órdenes, consejos).
La persona social: noción de imagen
Debemos a Goffman la reflexión centrada en la construcción social del sí mismo. La actividad comunicativa se concibe socialmente como una escena en donde los actores interpretan su papel. El sujeto hablante se considera como un personaje. Así el sí mismo es una construcción social que se manifiesta a través de la imagen de un actor que se presenta en las ocasiones de interacción. Por ello se habla de la elaboración de la imagen en el transcurso de la interacción.
Esta labor se va realizando a partir de indicadores no verbales y verbales que funcionan simbólicamente para ir determinando la imagen pretendida en cada caso.
En el escenario comunicativo, según Goffman, hay dos espacios: el anterior frontal, el más cercano en público desconocido y el posterior, que constituye el espacio privado. Se trata por tanto de una imagen en el espacio público y una imagen en el espacio privado que no son intercambiables: en el espacio privado la imagen es conocida y asumida; en el espacio público la imagen está continuamente en construcción.
La elección de elementos lingüísticos forma parte de los indicadores simbólicos de construcción de imagen. Son precisamente estos elementos lo que van a servir de base a la teoría sobre la cortesía lingüística elaborada por Brown y Levinson.
La cortesía se concibe comúnmente como un conjunto de normas.
La cortesía es un conjunto de normas establecidas por cada sociedad que regulan el comportamiento adecuado de sus miembros. La cortesía también afecta a la elección de formas lingüísticas como los honoríficos.
La cortesía lingüística se centra en el comportamiento verbal y la elección de determinados indicadores lingüísticos de cortesía. Se basa en el reconocimiento de que la función interpersonal del lenguaje está presente en la base del comportamiento comunicativo. Sirve para facilitar las relaciones sociales y para canalizar y compensar la agresividad, es decir, todas aquellas acciones que pueden constituir una ofensa virtual para los participantes.
La cortesía marca y refleja las relaciones existentes en la vida social en los ejes de poder/solidaridad, de distancia/proximidad. Es un terreno de negociación en cualquier contexto. Los intercambios entre las personas pueden darse sobre una base pacífica,
La teoría más elaborada sobre el consentimiento es la de Brown y Levinson: esta teoría toma como punto de partida las nociones de imagen y de territorio de Goffman. El ser social está constituido por dos entidades interdependientes, la imagen positiva y la imagen negativa. La imagen positiva se refiere al valor y estima que una persona reclama para sí misma. La imagen negativa se refiere al territorio que se considera propio. En la interacción son como mínimo 4 imágenes las que se ponen en juego, las dos del locutor y las dos del interlocutor de tal modo que una de las actividades de los participantes es controlar las imágenes propias y del otro. Existe la posibilidad de que haya acciones que afecten negativamente en mayor o menor grado a la imagen: se llaman actos amenazadores de la imagen. Ante este tipo de actos el hablante tiene varias opciones: evitarlos, mitigarlos o repararlos. Si hay un enunciado que puede ser interpretado como una
ofensapor partedel interlocutor, es preferible expresarlo de manera indirecta o bien repararlo. Hay situaciones en que la cortesía no es pertinente y las estrategias quedan ensuspenso:
- situaciones de familiaridad
- situaciones de relación jerárquica establecidas
- situaciones de urgencia
- situaciones en que hay voluntad clara de agresión.
Los actos potencialmente amenazadores de imagen se pueden distribuir en cuatrotipos:
- actos que amenazan la imagen positiva del enunciador, (auto insulto);
- actos que amenazan la imagen positiva de destinatario (insulto);
- actos que amenazan la imagen negativa del enunciado, son abiertos a undaño al exponer los bienes propios (compromiso);
- actos que amenazan la imagen negativa del destinatario (actos directivos, la prohibición).
Brown y Levinson parten de que la comunicación es un tipo de comportamiento racional y que la elección de una estrategia de cortesía depende de tres factores:
La relación de poder entre interlocutores - la distancia social - la gravedad del acto que atenta contra la imagen. Esta fórmula ha sido criticada y es evidente que faltan elementos tan fundamentales como, por ejemplo, el grado de relación afectiva existente entre los interlocutores, pero se ha mostrado útil porque permite cuantificar el beneficio que se puede conseguir a través de la aplicación de estrategias de cortesía.
La estrategia ideal es simplemente evitar cualquier acto amenazador. Pero si éste está presente en algún grado, hay diversas estrategias posibles:
- estrategias abiertas y directas
- abiertas e indirectas de cortesía positiva
- abiertas e indirectas de cortesía negativa
- estrategias encubiertas
- cortesía positiva (abierta: el hablante desea los deseos del oyente)
- cortesía negativa (una acción compensatoria dirigida a la imagen negativa del destinatario hacia su
deseo)- cortesía encubierta (se produce un acto comunicativo encubierto si se realiza de tal manera que no es posible atribuirle solo una intención comunicativa clara). Kerbrat-Orecchioni propone considerar junto a los actos amenazadores de la imagen, los agradecimientos, los buenos deseos y las felicitaciones. Los procedimientos sustitutivos son aquellos en los que se reemplaza un elemento por otro que rebaja la fuerza del acto amenazador. El imperativo como señal de orden y de imposición puede sustituirse por construcciones, que resultan mucho menos agresivos e impositivos que el uso de formas directas de mandato. Si especificamos estos procedimientos sustitutivos, podemos distinguir entre desactualizadores, eufemismos y litotes. Los desactualizadores son partículas modales, temporales y personales que ponen distancia entre el locutor y el acto amenazador. Por ejemplo, el condicional y el subjuntivo, el imperfecto. Los eufemismos como elección
La litote también es un recurso de atenuación.
Los procedimientos acompañantes son expresiones añadidas o enunciados preliminares para anunciar y preparar un acto que puede atentar contra la imagen.
Ejemplo para la petición: "Lo siento, perdón".
Las reparaciones se expresan a través de la excusa o de la justificación.
Los minimizadores son elementos léxicos que pretenden reducir la fuerza de la amenaza.
Los modalizadores son elementos que atenúan la fuerza de las aserciones, con lo que adquieren un aire menos perentorio.
Los desarmadores son expresiones que muestran que de antemano se reconoce la posible respuesta negativa para lograr una reacción positiva.
Los cameladores son expresiones de cariño, adulación o elogio que funcionan
e la imagen es un aspecto fundamental en la comunicación humana. En la cultura occidental, la imagen se considera como algo propio e individual, mientras que en los países asiáticos se entiende que la imagen es construida por el entorno social y prestada a la persona al hablar. La expresión de la subjetividad a través de la imagen es un acto que debe ser cuidadosamente equilibrado, ya que puede afectar la percepción que los demás tienen de nosotros. Brown y Levinson sostienen que la imagen es un recurso estratégico utilizado para mantener el equilibrio en las interacciones sociales. En resumen, la imagen es un elemento crucial en la comunicación y su manejo adecuado es fundamental para preservar la armonía en las relaciones interpersonales.