Poesía en el barroco - Luis de Góngora y Francisco de Quevedo

Autores barrocos destacados

La lírica barroca está dominada por 3 grandes autores que serán eternos modelos para todos los poetas sucesivos:

• Luis de Góngora: es conocido por sus letrillas y poemas burlescos;
• Francisco de Quevedo: su lírica es un ejercicio intelectual y mental, y por tanto los ejes temáticos son la poesía amorosa, los poemas morales y filosóficos y los poemas burlescos.
• Lope de Vega: cultiva todos los géneros literarios, donde encontramos un fuerte autobiografismo.

Corrientes literarias del barroco

Durante este periodo podemos identificar dos corrientes literarias: el culteranismo y el conceptismo. En la primera, el máximo representante es Góngora (por esta razón puede ser llamada también Gongorismo). En esta corriente se emplea un lenguaje lleno de cultismos y latinismos, que identifican los destinatarios de las obras – los cultos- y hay muchos ornamentos retóricos; el conceptismo se caracteriza por el uso del número menor de palabras para explicar un concepto en su máximo significado. Aquí encontramos ornamentos retóricos, juegos de palabras y un lenguaje figurado.

Luis de Góngora y su influencia

Nació en Córdoba en 1561, viajó por toda España a partir de 1589, empezó a escribir sonetos que tuvieron un discreto éxito. De regreso a Córdoba profundizó su actividad literaria, volviéndose conocido. Murió en 1627.

Góngora es uno de los autores más importantes del culteranismo, inspirando los autores de la Generación 27 (siglo XX). En sus obras encontramos un lenguaje formal, lleno de ornamentos retóricos, latinismos y otras palabras cultas que dan a la obra una belleza formal; encontramos temas amorosos, pero también mitológicos o sobre la muerte y el desengaño. Su lírica se puede dividir en dos fases: la fase juvenil, donde hay obras (romances, letrillas) de carácter satírico y burlesco o tradicional, y la fase madura, donde el lenguaje y los temas pertenecen a un registro formal y culto. El objetivo en estas obras (generalmente son sonetos) no era representar la realidad o explicar sentimientos, sino avivar el ingenio de los lectores y procurarles un placer intelectual.

Francisco de Quevedo y su obra

Nació en Madrid en 1580 y tuvo muchos enfrentamientos con Góngora, con el que intercambió muchas composiciones satíricas. Trabajó en la corte de Madrid, donde empezó a escribir los Sueños; en 1623 viaja a Italia con el rey, donde obtuvo importantes cargos políticos. En respuesta a la desgracia del rey, Quevedo fue desterrado a la Torre de Juan Abad, donde prosigue su actividad literaria. Volvió a España trabajando por el rey Felipe IV. Murió el 8 de septiembre de 1645 en el convento de los padres dominicos de Villanueva de los Infantes.

Quevedo y el conceptismo

Quevedo es el máximo representante del conceptismo, donde se utilizaba el número menor de palabras para explicar el concepto en todos sus significados. El objetivo era sorprender al destinatario. Francisco dio importancia tanto a la prosa como a la poesía: en prosa encontramos textos literarios, como Los sueños (que es una serie de obras satíricas-morales) o El buscón, y textos no literarios, donde encontramos temas políticos, filosóficos y algunas críticas literarias.

En poesía podemos identificar casi 900 composiciones, donde hay temas diferentes: el amor, donde el poeta se inspira a Petrarca; la filosofía y la moral, donde trata el tema del desengaño; política, donde explica sus consideraciones sobre la situación española; y al final burlesca, donde se burla de personajes reales.

Emplea los sonetos como composiciones para mostrar su ingenio intelectual y su dominio de la lengua, a través de una gran variedad de temas y una extrema sensibilidad expresiva. Encontramos sonetos amorosos, que le dedica a su amada Lisi y que son entre los más relevantes de la lírica española, y sonetos metafísicos, donde los temas principales son la angustia vital, el desengaño y la muerte.