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La vida que el poeta ha perdido, debe ser la vida que llevaba, su circunstancia, su trayectoria. Él
ha padecido hambre y sed y ha sufrido viendo desgorrarse su patria. Él es un marginado, un paria
social, no hay lugar para él, para sus ideales, en el país en que vive.
Ha perdido la voz, es decir la posibilidad de manifestar su ideología; pero no la palabra, la facultad
de expresarse líricamente, poéticamente.
33. Canciones – San Juan de la Cruz
Obra de la poesía mística en la que se nos muestra la ascensión del alma hasta su unión mística
con Dios.
Métricamente el poema está formado por 8 liras (estrofa de origen italiana que consta 2
endecasílabos (v. 2-5) y dos heptasílabos. La rima es consonante.
El tema es la unión mística del alma con Cristo. La Amada (el Alma) una vez que ha dejado su
casa mediante la purgación de las pasiones y de los pecados, se eleva hasta Dios en medio de la
noche y recibe una luz que facilita el camino hasta llegar a la unión íntima con el Amado (Cristo).
La noche simboliza los sacrificios que ha de llevar a cabo el alma para alcanzar la perfección para
elevarse hasta Dios. A través del epíteto escura el autor indica la idea de la oscuridad de los
sentidos que ha de ser previa a la ascensión del alma. Pues la oscuridad favorece la idea de
secreto que es la significación de la palabra místico.
35. Ir y quedarse, y con quedar partirse (Lope de Vega)
Versos que hablan de amor. En esos momentos él está en la cárcel sufriendo el destierro al que
fue sometido, después de ser denunciado por el padre de su amada. De ahí la palabra clave del
texto es ausencia.
El tema de este soneto es la nostalgia hacia el ser amado.
Hasta el verso 12 se organiza el sujeto. En esta primera parte el poeta manifiesta su estado
emocional complejo a través de diferentes recursos estilístico.
El soneto presenta muchos elementos opuestos: antítesis, oxímoron, paradoja. El suyo es un
estado anímico doloroso, inquieto, perturbado por el amor, y por ello, gracias a los elementos
opuestos, acerca a los lectores esa confusión que está viviendo.
Otro elemento destacado es el uso del polisíndeton: la intención no es otra que la de mostrar el
dolor del poeta como una suma de elementos negativos.
El poeta utiliza muchos verbos al infinitivo para dar al poema un valor universal.
Versos y realidad quedan fundidos. La ausencia de la amada lleva al poeta a crear una
composición en la que a través de los elementos contrarios nos aproxima su estado confusional.
La tensión del poema se mantiene hasta el final, donde se comprende que todos los 12 versos
preparan el clímax del poema.
36. A Roma sepultada en sus ruinas
En este soneto Quevedo presenta un paisaje desolado, característico de la poesía barroca, como
la contemplación de las ruinas. Quien busca a Roma ya no la halla. La descripción de Roma es
antropomórfica: es un cadáver, yace y su suelo hace de tumba y sepultura. Sus murallas son
solamente ruinas.
La antropomorfizacion de Roma, presentada como un cadáver, permite establecer un paralelismo
entre el destino de las ruinas y el de todos los bienes temporales del hombre. Las ruinas revelan al
ser humano la fugacidad del tiempo y su poder aniquilador. Advertencia constante sobre la
caducidad de lo temporal.
El rio Tíber es un elemento dinámico que articula un contraste: de ser fuente de vida, pasò a ser
llanto.
El motivo del cambio de la corriente del rio expresa la huida de lo que era firme y la permanencia
de lo fugitivo, figura de la evanescencia típica del barroco y del contraste entre lo efímero y lo
perdurable.
El soneto presenta diversas figuras típicamente barrocas: el contraste entre la Roma imperial y las
ruinas, que son la evidencia de la fugacidad terrena. La contemplación de las tuinas de lo que
había sido Roma sugiere también el desengaño vital ante la caducidad de lo temporal. Un
peregrino, un hombre concreto es quien contempla las ruinas y asiste al drama de la decadencia.
La expresión más clara de la fuerza aniquiladora del tiempo se encuentra en el segundo cuarteto,
expresada en términos de perdida contienda, en versos unidos por encabalgamiento.
Nada resiste la demoledora y tenaz acción del tiempo.
37. Amor más allá de la muerte – Francisco de Quevedo
La muerte llegará inevitablemente y separará el alma del cuerpo; a pesar de ello, el alma no
olvidará su amor, dentro de su envoltura carnal y volverá a reunirse con el cuerpo a pesar de la
decadencia física.
El tema es el amor que seguirá existiendo más allá de la muerte.
El cuerpo, en la época del Barroco, se consideraba como una cárcel para el alma.
Pero un cuerpo inerte seguirá siendo un cuerpo enamorado y que aunque haya muerto, sólo con
el hecho de haber estado enamorado lo compensa todo.
38. Canción de la vida solitaria – Fray Luis de León
Este es un poema renacentista. En primer lugar, por su dominio de las formas italianizantes, tanto
el endecasílabo como los temas de esta poética. En esta poesía él desarrolla un tópico
característico de la poesía renacentista: el “menosprecio de corte y alabanza de aldea”. El poeta
pretende loar el cariz bienhechor de la vida retirada en contraste con la doblez malintencionada
del que habita en la corte o con su vida esclavizada por las obligaciones de la civilización. Es
necesario percibir la dimensión alegórica de la oposición “vida retirada” / ”vida en la ciudad”: la
vida apartada responde a un anhelo de paz espiritual, de libertad, que toma forma en el deseo de
vivir retirado, dedicado a la música u al cultivo de las letras.
La composición es una oda, canción de origen italiano que utiliza la lira como unidad estrófica y
que se dedica al cultivo de sentimientos elegiacos y bucólicos.
En la primera lira se presenta el tema principal mediante una exclamación retorica que ocupa los
diez primeros versos: las metáforas ilustran el frenesí cortesano y la búsqueda de la virtud.
En la segunda estrofa se establece una alegoría: la ciudad es el mar tempestuoso y el hombre
atribulado un barco a punto de naufragar.
La vida relajada del campo y los trabajos de la corte se confrontan: se oponen ahora su “sueño”
(olvidarse de la desazón que procura la ciudad) con dos personajes que representan vicios
censurables: el tirano (“a quien la sangre ensalza”, es decir, el que es hecho rey por su
ascendencia) y el avaro (“el dinero”).
La infelicidad que sus apetitos les procuran se simboliza en la metáfora “ceño severo”.
Aparece también un nuevo tópico, el locus amoenus: el “huerto” representa la naturaleza
idealizada, donde la primavera reverdece eternamente, imagen de la vida sencilla y de las
bondades de lo rural. Pues, la personificación de los elementos del paisaje es un recurso usual,
como, por ejemplo, la fuente.
La corona de laurel era el atributo que distinguía a los poetas en la antigüedad clásica. Esto y las
restantes referencias a la música sitúan al lector ante el verdadero dilema de fray Luis: la vida o la
poesía. El estudio de la música y de la poesía es la verdadera aspiración del sabio, aquel hombre
excepcional que transitaba por la “escondida senda” de la primera lira.
39. Contemplación de la noche – Fray Luis de León
Fray Luis de León se caracteriza por la armonía del mundo y la visión del orden universal.
En esta oda el poeta contempla el cieno lleno de estrellas y lo compara con el mundo oscuro y
olvidado. Él se pregunta cuál es la razón que lo retiene en este mundo, si su alma nació para estar
en el cielo. Este poema muestra un claro escape de lo que es la vida real mediante la combinación
del espíritu y la contemplación del orden natural.
Este poema se compone de tres estrofas (lira, estrofa con 5 y 7 versos de 11 y 7 silabas).
I. Se siente encerrado en la Tierra
II. Llora por ese sentimiento
III. Se pregunta porqué su alma tiene que estar encerrada
IV. Movimiento y proporción
V. Luna, Mercurio, Venus
VI. Marte sangriento y Júpiter como padre de todo
VII. Saturno que desprende una fuerte luz
VIII. Describe lo que Dios les ha hecho a los humanos
40. Oda a Felipe Ruiz – Fray Luis de León
Poema estructurado en estrofas de cinco versos. Los versos son heptasílabos y endecasílabos de
rima consonante ABABB CDCDD (oda con unidad estrófica de lira). Esta oda está escrita en el
periodo renacentista. En este poema, Fray Luis le expresa a Felipe su deseo de abandonar la vida
pasa poder conocer los enigmas de la naturaleza y también para alcanzar la eterna dicha.
El tema de la obra es el deseo de alcanzar la verdad pura en el paraíso.
Él tiene este deseo de abandonar la vida para poder conseguir y comprender la verdad pura sobre
los mecanismos que mueven la naturaleza, donde “prisión” es una metáfora de la vida humana,
“rueda” es del paso del tiempo y “suelo” es de la Tierra.
Para el autor la naturaleza es la manifestación directa de Dios.
41. Sátira – Francisco de Quevedo
Cada verso de este poema es de ocho silabas salvo el séptimo que es de cuatro.
El tema es la incidencia del dinero en la vida y la consideración de las personas, la consideración
del tema es genérica y abstracta.