Concetti Chiave
- El poema de Lorca es una elegía dedicada a su amigo torero fallecido, que también medita sobre la muerte.
- El tema de la muerte se desarrolla en cuatro partes: cogida y muerte, sangre derramada, cuerpo presente y alma ausente.
- En "La cogida y la muerte", Lorca describe con confusión el momento de la cornada, el traslado a la enfermería y los signos de muerte.
- "La sangre derramada" es un grito de dolor y rechazo a ver la sangre del torero, usando simbolismos como la luna y el blanco para borrar el rojo.
- En "Cuerpo presente", el poeta reflexiona sobre el misterio de la muerte, mientras "Alma ausente" aborda la consumación de lo inevitable y el olvido.
Lorca escribió esta obra a raíz (principio) de la muerte de su amigo torero, pero el poema además que una elegía por el amigo es también una meditación sobre la muerte.
El tema de la muerte aperece en cuatro momentos diferentes:
1. La cogida y la muerte
2. La sangre derramada (sangue sparso)
3. Cuerpo presente
4. Alma ausente (assente)
En la COGIDA Y LA MUERTE el poeta intenta expresar la total confusión del momento. Presenta por primera cosa la lucha (lotta)del toro y del torero en la plaza con el momento culmen de la cornada y luego representa la imagen de la infermería. Cuando llevan el torero a la infermería se manifestan los signos de la muerte: agonía y gangrena.
En LA SENGRE DERRAMADA encontramos el grito de protesta del autor y la frase tipica es “que no quiero verla!”. El poeta se resiste a ver la sangre de la victima que ha sido imolada en el ritual. Tenemos una imagén onírica (dei sogni) que está presidida por el simbolo de la luna y después veemos la imagen/ el espectro del torero que vaga, pero el torero ya se ha muerto.
En CUERPO PRESENTE ya se encuentra la meditación pesimista y doliente ante el misterio de la muerte. El poeta busca inutilmente una salida hacia la vida, pero como ya no tiene ninguna posibilidad/salida de volver a vivir, cesa su rebeldida y acaba exhotando al amigo a aceptar la muerte.
En ALMA AUSENTE la tragedia ya ha pasado completamente, lo inevitable se ha consumado. Lo unico que vive es el olvido del cuerpo, que es la unica solución.
LA COGIDA Y LA MUERTE
Aquí Lorca no inventa nada, se limita a escribir los hechos tan y como son. Una tecnica que utiliza mucho es la repetición da la frase “a las cinco de la tarde”, cuando las corridas tienen lugar. Esta frase es como un tañido (rintocco) sordo, profundo, que se repite con un tono muy obsesivo. “Eran las cinco en todos los relojes” se convierte en la hora de la eternidad en una España tragica. Es como si fuese la hora eterna de la muerte.
Paráfrasis:
La sábana blancasirve para cubrir el cuerpo del torero. La emoragía es tan violenta que necesita la sábana. La cal se utiliza para que la sangre no se derrame. El angodón es utilizado para curar las heridas del torero. Significa que ya no se puede hacer nada más porque son heridas de muerte y por lo tanto el algodón no sirve ya. Las manchas (pezzi) de oxido se difundieron sobre el cristal y el niquel de los instrumentos del medico que intentaba curarlo, pero los instrumentos son inutiles. Los animales simbolizan el contrasto entre inocencía y violencía, vida y muerte. El toro ha golpeado (colpito) el torero en una pierna, en el muslo y esto crea agonía. El bordón es la quinta corda de la guitarra y es el tono más grave; puede simbolizar el tono de la marcha funebre y las campanas que sonan la muerte. Las campanas de arsenico llevan la muerte. El humo (fumo) simboliza las velas (candele). Los amigos miran en silencio la marcha funebre y solo el toro triunfa. Es una fiera orgullosa de haber vincido al hombre, pero es un triunfo simbolico porque a su vez el toro ha sido matado. El sudor es frío como la muerte. Después llegaron las sombras (ombre) de la noche de un color violeta como lo yodo puesto en las heridas de Ignacio. Ya sus heridas tienen germines de la infección, son rapresentados por huevos horrorosos. Se encuentra la imagén de la camilla (barella) con la que Ignacio ha sido llevado al hospital. Lo unico que se oye es el sonido del cuerno (hecho de huesos) del toro y el sonido de la banda musical que toca los flautos. Durante la agonía Ignacio veía su habitación llenarse de colores como si tuviese alucinaciónes. La herida de Ignacio parece una trompa (corolla del fiore) a forma de lirio (spirale) y está asumendo el color verde de la gangrena, de la putrefacción y de la muerte. La gente se acercaba a la ventana de la habitación de Ignacio (infermeria) para verlo antes que se muriese. En la ultima parte se desarolla el tema de la agonía. Se concluye la tragedia con la muerte de Ignacio y con su destino tragico.
LA SANGRE DERRAMADA
La repetición de la frase “que no quiero verla” es el grito de dolor del poeta. El poeta espera en la llegada de la noche, que oscura todo porque así el poeta no ve la sangre. El poeta quiere que la blancura de la luna y de los jazmínes (gelsomini) borren el color rojo de la sangre. En “la cogida y la muerte” la sábana blanca sirve para cubrir el cuerpo mientras aquí el color blanco borre el olvido de la sangre roja. La vaca es la imagen de España porque su mapa tiene una forma como una piel de toro extendida, mientras el toro de Guisando es la alusión a los toros. Con esta imagén el poeta quiere recordar a todos los toreros muertos durante las corridas. La sangre de todos estos toreros muertos entrestece a España. Después presenta a Ignacio que ha subido por las gradas y ya està agonizando. Indíca la disorientación de Ignacio, que ya está perdiendo sangre y el poeta no quiere verla. La sangre le sale dal cuerpo y se vuelca (rovescia) sobre los vestidos de pana y cuero (cuoio). Los personajes quieren ver el espectaculo, pero el poeta no. Cuando el toro se cercó a Ignacio, sus ojos no se cerraron, por lo tanto el no murió inmediatamente, sino agonizó. Esta imagén se puede enterpretar como un deseo de tratar la muerte del torero como si fuera una costumbre de la corrida. Esto grito de dolor se dirige a todos los toreros.
Del verso 46 al verso 50 hay una transición y desde el verso 50 hay un cambio de tema porque el poeta empieza a desarollar un ritrato (descripción) positivo e importante de Ignacio y valora (valorizza) sus qualidades. Describe la perfección del amigo en diferentes situaciónes porque dice que Ignacio era grande tanto en la arena cuanto en la vida. Lo dibuja como si fuera un príncipe que no se puede comparar con ningún otro principe. Tiene valor, fuerza y prudencia. Es fuerte como los leones, duro como el marmol y tierno en el mismo tiempo. Del verso 70 hasta el verso 101 se va intensificando la situación de angustia ante la sangre del torero. Hay tristeza y soledad. Vuelve a presentar la expresión de pena causada por la muerte y la sangre va impregnando toda la situación. En la cabeza del poeta ya entra la imagén de la muerte porque dice que los musgos (muschi) entran en el cranio de Ignacio. Aumenta la imagén de la sangre que va derramandose, hasta formar un charco de agonía casi como un río (Guadalquivir) bajo las estrellas. Después tenemos la contraposición entre el blanco muro de España, el toro negro y la sangre roja. La sangre es dura porque está pasando mucho tiempo y se está secando. El ruiseñor (usignolo) representa la ternura de la sangre, contrapuesta a la sangra dura. Simboliza la gracia de la sangre del amigo. No hay nada que puede atenuar la angustia que la sangre produce en el poeta.
Domande da interrogazione
- ¿Cuál es el tema principal del poema "El canto por Ignacio Sánchez Mejías" de Lorca?
- ¿Cómo se estructura el poema en relación con el tema de la muerte?
- ¿Qué técnica utiliza Lorca en "La cogida y la muerte" para enfatizar el momento de la muerte?
- ¿Qué simboliza la sangre en "La sangre derramada"?
- ¿Cómo describe Lorca a Ignacio Sánchez Mejías en el poema?
El tema principal del poema es la muerte, presentada a través de la elegía por su amigo torero y una meditación sobre la muerte en general.
El poema se estructura en cuatro momentos diferentes: La cogida y la muerte, La sangre derramada, Cuerpo presente, y Alma ausente, cada uno explorando diferentes aspectos de la muerte.
Lorca utiliza la repetición de la frase “a las cinco de la tarde” para enfatizar el momento de la muerte, creando un tono obsesivo y eterno.
La sangre simboliza el dolor y la tragedia de la muerte del torero, y el poeta expresa su resistencia a verla, deseando que la noche y el color blanco borren su presencia.
Lorca describe a Ignacio como un príncipe incomparable, destacando sus cualidades de valor, fuerza y prudencia, y lo presenta como una figura noble tanto en la arena como en la vida.